El Centro Penitenciario de Asturias es el único centro penitenciario existente en el Principado de Asturias. Fue inaugurado en el año 1992 sustituyendo a la antigua Cárcel de Oviedo y a la Prisión del Coto de Gijón.
El centro recibió en el pasado el nombre de Villabona al ser esta una localidad cercana a él, si bien la más próxima es Tabladiello.
En las proximidades del centro penitenciario se construyó un apeadero de la línea C1 de Renfe Cercanías con el nombre de Villabona-Tabladiello, para dar servicio a aquel, debido a la lejanía de la estación de Villabona de Asturias.
Fue visitada el 28 de abril de 2009 por la infanta Cristina de Borbón para examinar el programa de incorporación de reclusos.
Villabona era ayer una celebración. Y no era para menos. Los vecinos se juntaron en el centro social de la localidad llanerense para festejar que el pueblo ahora ha desligado su nombre de la cárcel asturiana, una vez que el Congreso aprobara el jueves nombrar nuevamente la prisión regional como Centro Carcelario de Asturias. Esta era una pretensión histórica de los vecinos, quienes denunciaron que bautizar a la prisión con el nombre de la localidad «estigmatizaba a sus vecinos y devaluaba el pueblo». En este momento , «por fin , y tras bastante trabajo», los parroquianos son absueltos tras una extendida penitencia.
«Es un día feliz para el pueblo. No los merecíamos, pues era injusto que tuviéramos que cargar con el lastre que suponía que la prisión llevase el nombre de Villabona. Hemos tenido que soportar bastante y parece que ahora conseguimos un punto esencial «, explica Rosa Muñiz, presidenta de la asociación de vecinos, entidad que abandera, desde hace unos años , la lucha por desvincular el penal de la localidad.
Pese a que ayer era todo felicidad y jolgorio, Muñiz afirma ser siendo consciente de que renombrar la prisión «no es más que un primer paso», y que «queda mucho sendero por recorrer. Hemos logrado algo muy importante. Pero en este momento la multitud debe tener un poco de cuenta y empatía hacia nosotros para dejar de realizar referencia a la institución como Villabona», afirma la dirigente vecinal. «Que se pongan en nuestro lugar , porque aquí hemos sufrido bastante a cuenta de esto», abunda.
Esta visión fue compartida ayer por todos y cada uno de los vecinos. Al unísono que volaban los besos, abrazos y felicitaciones , asimismo lo hacían los llamamientos a la calma. «Va a tener que pasar un buen tiempo a fin de que la gente deje de llamarla prisión de Villabona. Indudablemente años», afirman María del Carmen Fernández y María Luisa Rodríguez, dos vecinas de Villabona que llevan en el pueblo mucho más años que la prisión. «Antes se nos conocía por las minas o la estación de ferrocarril. Ahora por la prisión», recuerda la primera.