El suelo radiante es uno de los tipos de calefacción que más ahorra energía y, por eso, se está usando mucho en la actualidad. De hecho, son muchas las familias españolas que están pensando en instalar este sistema en su inmueble, pero aún tienen muchas dudas al respecto.
La más habitual de ellas es que si deben decantarse por la calefacción de suelo radiante de agua o el eléctrico, ya que, a la final de todo el proceso, lo que necesitan es ahorrar dinero y tener una buena calefacción que le dure por muchos años.
¿Cómo funciona el suelo radiante por agua?
El suelo radiante por agua es un sistema innovador de calefacción que se instala en el suelo de una habitación o edificio.
Su funcionamiento se basa en que utiliza una tubería de agua caliente para calentar el suelo, cuyo calor se esparce en forma ascendente por toda la habitación.
La energía necesaria para calentar el agua puede venir de una caldera de gas, una bomba de calor o de un sistema de energía solar.
En cualquier caso, es una calefacción más eficiente que los sistemas convencionales y cuyo efecto térmico es muy duradero y agradable.
Ventajas del suelo radiante por agua
Una de las principales ventajas del suelo radiante por agua es que es una calefacción suave y constante, lo que hace que sea eficiente y confortable. Además, tiene los siguientes beneficios asociados:
- No genera corrientes de aire, por lo que no hay polvo ni polen circulando en el aire, lo que puede ser beneficioso para personas con alergias.
- El calor se distribuye de forma homogénea por todo el suelo y se eleva por las paredes y el área en general.
- Genera un ahorro energético de hasta un 35 % en la factura de energía.
Desventajas de esta calefacción
Entre las desventajas del suelo radiante por agua podemos mencionar que su instalación es bastante costosa y que requiere una planificación y una ejecución cuidadosa para evitar problemas a largo plazo.
De hecho, las obras de instalación suelen ser muy complicadas, porque deben existir una losa gruesa que encierre todo el sistema de calefacción.
Además, es necesario tener una fuente de calor constante, lo que puede aumentar los costos de energía en algunos casos.
¿Cómo funciona el suelo radiante eléctrico?
Con respecto al funcionamiento del suelo radiante eléctrico, lo primero que destaca es que es más fácil de instalar que su homólogo de agua, lo que baja un poco el coste en ese aspecto.
El calor es generado por una red de mallas de resistencias eléctricas que sirven para calentar el suelo. Es un funcionamiento muy simple, ya que cuando se calientan las resistencias, el calor se eleva del piso para calentar de forma homogénea todo el ambiente.
Algunos sistemas de suelo radiante eléctrico también incluyen un termostato que permite regular la temperatura de la habitación, por lo que son más simples de usar.
Ventajas del suelo radiante eléctrico
- Este tipo de suelo radiante no necesita de una caldera externa o de una bomba de calor para calentar el espacio.
- Es de consumo eficiente.
- No necesita mucho mantenimiento.
- Su instalación es muy rápida.
Desventajas de este tipo de calefacción
- No se aconseja para todo tipo de suelos porque puede producir mucha humedad.
- Su instalación es costosa.
- Quizás no genera tanto calor como otras calefacciones y es posible que necesites instalar un aislamiento adicional para este tipo de calefacción.
¿Qué tipo de suelo radiante es mejor elegir?
Para elegir uno u otro tipo de suelo radiante, debes considerar varios factores. Por ejemplo, los suelos radiantes eléctricos son ideales para espacios y habitaciones reducidas, mientras que los de agua son perfectos para proyectos de reconstrucción e grandes espacios.
Ahora bien, los suelos radiantes de agua son menos costosos que los eléctricos y la inversión se recupera a mediano plazo. Pero los suelos de agua tardan más en instalarse que los eléctricos.
Como ves, la decisión final depende de tus necesidades y requerimientos específicos.