La Directiva de Rendimiento Energético de los Edificios (EPBD) ha dado un gran paso para la transición hacia las renovables, ya que será la encargada de revisar y materializar el nuevo plan de energía solar propuesto por la Comisión Europea.
Se trata de una propuesta en la cual se establece que es obligatorio para todos los edificios de la administración llegar a cero emisiones de CO₂ para el 2027. Además, la medida también establece que las nuevas construcciones de edificios incorporen a partir del año 2030 placas solares para que su energía sea limpia y sustentable.
Los detalles de la propuesta hecha por la Comisión Europea con la Energia Solar
Dentro de los principales objetivos de la medida está que los edificios de la UE hagan todas las adaptaciones necesarias para que en el año 2050 sean energéticamente autosustentables.
Para ello, la Comisión Europea propuso dentro del planteamiento que para el 2027 las edificaciones no tengan emisiones de gases que aumenten el efecto invernadero y que en el 2030 ya posean las placas fotovoltaicas para su energización.
Igualmente, se establecen las regulaciones para que las viejas construcciones adecuen sus instalaciones, con la finalidad de que se enmarquen en el plan de energía limpia y eco sustentable. Es decir, deber hacer las obras o renovaciones que sean oportunas para que su energía se genere por medio de los recursos renovables.
Cada uno de estos planteamientos, surge a raíz de la necesidad de la Comisión Europea de lograr la descarbonización de los inmuebles para tratar de minimizar el impacto ambiental y reducir las emisiones de gases que están elevando la temperatura atmosférica.
¿Cuáles son las medidas más inmediatas para la transición hacia la energía solar?
Por lo pronto, para el año 2026 cada edificio gubernamental, así como también los que sirven de sede para oficinas de atención y que tengan más de 250 metros cuadrados de construcción, deben contar con placas solares para energizarse.
Asimismo, en el 2030 todo edificio o construcción nuevo debe prever la instalación de placas fotovoltaicas. Otra de las medidas es que los edificios viejos que no tengan buena eficiencia de energía se adecuen para que mejoren su consumo y sean más eficiencias en un tiempo determinado.
En este sentido, Frans Timmermans, quien es el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, garantizó que desde el Parlamento se dará el apoyo necesario para lograr la renovación de los inmuebles.
Con respecto a los fondos para concretar la medida, se tiene previsto que la reducción en la factura de energía de cada familia sea uno de los primeros avales para recuperar la inversión que se ejecute.
No obstante, distintos entes como el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, entre otros, financiarán el proyecto según lo previsto en el presupuesto del 2025 al 2030.
Obviamente, la prioridad serán los edificios con peor rendimiento energético, como aquellos clasificados con nivel G al F, los cuales comprenden al menos unos 30 millones de inmuebles.
Para esto se tiene prevista la inversión inicial de unos 150.000 millones de euros, entre otros gastos que se están manejando dentro de los presupuestos anuales.
En todo caso, este solo es el primer paso para que el acuerdo se concrete, ya que luego cada país debe hacer sus legislaciones para poner en marcha todo el plan.