Uno de los grandes objetivos de la UE es la reducción de los gases de efecto invernadero antes del 2050. Para eso, es necesario minimizar el uso de la energía que proviene de los combustibles fósiles.
Por lo tanto, acelerar la transición hacia la energía renovable en toda la UE, se ha convertido en una prioridad, sobre todo, luego de la reciente guerra entre Rusia y Ucrania, la cual compromete el suministro energético y, en consecuencia, la tranquilidad de las familias europeas.
¿Cuáles son los objetivos de la UE con respecto a las energías renovables?
Con la finalidad de que los países que integran la UE reduzcan la dependencia de la energía proveniente de otros países, se implementan en la actualidad varias medidas de ahorro energético, a la par que se aumentaron los objetivos energéticos establecidos desde el Parlamento Europeo.
Uno de esos objetivos es elevar el consumo de la energía renovable hasta al menos un 32% antes de la llegada del 2030, más que nada en los edificios y zonas residenciales. Sin embargo, se espera que el sector industrial eleve aún más el consumo de las renovables en hasta un 45 %, de ser posible.
El Parlamento no se detiene en tratar de encontrar las soluciones más adecuadas para minimizar el impacto de la crisis energética en la población. En este sentido, los dirigentes del Gobierno platean que se debe agilizar todo proceso para instalar los sistemas de energía renovable, dejando a un lado la burocracia o las trabas por papeleos y permisos.
Además, hacen un llamado a que se reduzca poco a poco el uso de biocombustibles primarios como la leña y el pellet, que, si bien son más baratos, producen algunos efectos contaminantes.
También, están exigiendo la instalación de sistemas de bombas de calor y de placas solares para reducir al máximo el consumo de gas. Todo esto bajo el plan de transición de energía antes del 2030.
Las distintas alternativas de energía renovable que la UE está propiciando
En el marco del despliegue para reducir los efectos de los gases invernaderos, el uso del hidrógeno como combustible es una gran alternativa, puesto que se puede producir a partir de la electricidad de fuentes renovables y puede ser sostenible en el tiempo.
Se estima que este tipo de energía renovable pueda surtir a al menos un 15 % del sector transporte y a un 20 % de las comunidades europeas. Eso sí, se debe contar con una producción de hidrógeno bajo en carbono para garantizar que sea eco amigable.
Por otra parte, la energía marina está tomando mucho auge. En este sentido, el viento marino es la fuente renovable que se está utilizando a escala comercial e, inclusive, se desarrollan estudios para aprovechar las algas marinas como biocombustible.
La Comisión Energética del Parlamento busca activar nuevas propuestas como el aumento de la potencia de la energía eólica de unos 12 GW, que es la capacidad actual, a unos 300 GW para el 2050.
Las medidas propuestas para el sector de transporte
En vista de que el transporte por la vía terrestre es uno de los servicios que más genera emisiones de carbono, el Parlamento propone que poco a poco se sustituyan los combustibles fósiles por aquellos que son eco amigable, como la biomasa, la parafina, entre otros.
Los dirigentes indican que también se está trabajando en la propuesta de crear una infraestructura adecuada para el abastecimiento y recarga del transporte en toda Europa. La medida contempla que existan zonas de recarga al menos cada 60 kilómetros antes del 2027.
La financiación y la transición justa hacia las renovables
Uno de los pasos más complicados para concretar todo este proceso es la financiación. En ese particular, los eurodiputados están revisando los proyectos que contemplan ayudas para instalaciones de gas.
La finalidad es reorientar los fondos para aquellos proyectos que promuevan el consumo sostenible de energía renovable y así se apoya la transición.
Se trata de una normativa que recién entro en vigor en junio de 2022, pero que está tomando bastante fuerza en el Euro Parlamento.
Todos estos proyectos están enmarcados en los objetivos climáticos que se esperan concretar antes del 2050. La finalidad es eliminar o disminuir en lo posible el uso de los combustibles fósiles en todo el continente y la emisión de carbono que tanto afecta el equilibrio ambiental.
Igualmente, con el objetivo de apoyar a las familias más vulnerables, se plantea la creación de un fondo social, cuyo presupuesto se aspira que sea de unos 16.400 millones de euros distribuidos hasta el 2027, pero que se prevé aumentar esta cantidad hasta unos 72.000 millones de euros.
