La crisis energética ha tenido una gran escalada en este último trimestre del 2022. Sin embargo, no todo ha sido negativo, ya que el alto costo de la energía ha obligado a las familias españolas a autoabastecerse con otras fuentes alternativas más limpias y menos contaminantes.
Tal es el caso de las placas solares, puesto que, de acuerdo a la Comisión Europea, se trata de un producto que aumentó su demanda en más de un 50 %, porque es una opción barata de energía, que es eco amigable y sustentable.
España le está dando más importancia al uso de placas solares
Aunque el uso de los paneles solares no es nada nuevo, ha sido desde el año 2020 que el número de estos equipos instalados en España creció exponencialmente. De hecho, el país aumentó la producción de energía solar en más de un 28%, solo durante el último trimestre de este año.
La producción de energía fotovoltaica en Europa está encabezada por Portugal y Francia, aunque Alemania también registró un gran repunte en el consumo de esta renovable.
No obstante, aún son muchas las naciones europeas que se muestran renuentes a aprovechar todo el potencial de la energía solar y, casualmente, parte de esos países tienen un alto consumo de electricidad.
Por otra parte, la Península Ibérica es una de las zonas europeas que cuenta con mejor radiación solar, ya que tiene una ubicación geográfica apropiada, por lo que es perfecta para aprovechar todo este poder calorífico.
Ahora bien, otros de los emplazamientos solares más grandes los tienen Portugal, Alemania y Holanda, en donde estos últimos lideran la producción de renovables de la UE, porque también se abastecen de la energía eólica.
La estrategia solar de la Unión Europea
El plan REPowerEU anunciado por la UE, busca disminuir la dependencia de la comunidad europea de los combustibles fósiles antes del 2030. Sobre todo, como una vía para acelerar la redistribución energética que se ha visto afectada a raíz del conflicto entre Rusia y Ucrania.
Dentro de los grandes objetivos del proyecto, está alcanzar los 600 GW de energía fotovoltaica antes del 2030. Sin embargo, han existido algunas barreras limitantes, como la falta de suficiente financiamiento.
Además, según algunos voceros de las comercializadoras de renovables, la mayoría de los equipos y componentes que se necesitan son importados, limitando aún más el cambio hacia las renovables.
Por ahora, España se perfila como uno de los países europeos más encaminados a la transición energética, pero aún queda mucho camino por recorrer.
El objetivo es concretar los objetivos establecidos en el REPowerEU, para que las familias recuperen un poco la tranquilidad con respecto a las facturas de energía y para contribuir con la conservación medioambiental.