A partir de la situación de crisis económica mundial que atraviesan varios países, las grandes empresas y corporaciones buscan alternativas y soluciones para contrarrestar la situación actual que conlleva al paro y al desempleo, es por ello que, en España, grandes empresas y organizaciones del país se han planteado la posibilidad de contar con una jornada laboral de 4 días.
En la actualidad, la jornada laboral de 4 días es una realidad con pruebas funcionales en 17 países del mundo, en donde se busca incrementar la productividad de las empresas con menos horas de trabajo a la semana, permitiendo también que se generen más empleos. Sin embargo, con esa decisión surge una duda sobre esta medida: ¿Todas las empresas pueden hacer frente a un aumento de los costes en salario en esta magnitud? ¿O esto es un privilegio que solo pueden darse las grandes empresas del país?.
La jornada laboral de 4 días, una iniciativa para hacer frente a la recesión y a la crisis.
A pesar de que la mayoría de indicadores económicos estén apuntando a una posible recesión y crisis económica mundial, con el aumento de tipos de interés, el aumento de precios en materias primas, la pérdida de confianza de los consumidores y diversos sectores y mercados afectados por la inflación, el nivel de empleo se ha mantenido estable en la mayoría de economías de occidente.
Como una opción a largo plazo, el conocido «4 days week» jornada laboral de 4 días se ha presentado como una alternativa para mantener la ocupabilidad y el empleo, incrementado la productividad en las empresas y promoviendo la rotación laboral. De acuerdo a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), el mayor número de horas de trabajo no significa un mayor rendimiento.
Esa organización hace una medición de la productividad laboral de cada país a través de los indicadores de Producto Interno Bruto por cada hora trabajada, con esto coma se escribe que en Alemania las personas trabajan 34,6 horas por semana, con una productividad promedio de 74,2 dólares, mientras que en España, por ejemplo, las horas trabajadas son superiores, con una media de 36,3 horas a la semana, y el índice de productividad es menor con 58,1 dólares al día.
Esto demuestra que en países como Alemania, en dónde se ha puesto a prueba la jornada laboral de 4 días, la productividad es mayor a pesar de que se trabajan menos horas de trabajo semanales. De acuerdo a la entidad «4 Day Week Global» aseguran que por lo menos un 63% de las empresas que han implementado está medida laboral se les hace más sencillo atraer talento. De igual forma, el 78% de los trabajadores han reducido sus niveles de estrés, y el 88% de las empresas no han visto un decaimiento en la productividad tras su implementación.
En España, solo el 17% de las empresas se consideran capaces de implantar esta medida sin ayuda del gobierno.
A pesar de todo los beneficios que conlleva la implementación de la jornada laboral de 4 días, tan solo un 17% de las empresas del país ha considerado la posibilidad de llevar a cabo está medida por su propia cuenta, es decir, sin ayudas públicas. De acuerdo a una encuesta realizada recientemente por la consultora Hays, las principales dificultades de las pequeñas y medianas empresas (pymes) es el ajuste de los horarios, el aumento en la carga de trabajo y las dificultades para aumentar los costos, además de la incertidumbre que supone una posible pérdida de clientes.
Según las declaraciones de María Carmen Carrero, maestra de derecho laboral en la universidad Carlos III (UC3M), “este cambio no tendría que tener un descenso en los salarios que perjudique más a los trabajadores, por ello, sería muy difícil sostener el nivel de gasto de las pequeñas y medianas empresas”.
Se destinará un presupuesto de 10 millones de euros para realizar pruebas piloto
Un cambio en la legislación y en las leyes puede provocar tanto un aumento en los empleos como una oleada de desempleo en el país, la implementación de esta medida es un gran reto para las grandes y pequeñas empresas, sobre todo con la dificultad y poder llevarla a cabo en ciertos sectores.
Por ejemplo, en el sector del turismo, la hostelería o la educación este podría representar una dificultad, y con esto también otros sectores se verían perjudicados como la sanidad y el transporte. De igual forma, esto podría representar una amenaza para la economía por la posibilidad del decaimiento en las ventas de las empresas, que han expresado esta preocupación al esperar que los consumidores y usuarios no puedan asumir ese cambio de mentalidad en la jornada laboral.
Es por ello que el Ministerio de Industria en el país ha destinado un presupuesto de 10 millones de euros para ayudar a 150 pequeñas y medianas empresas a reducir la jornada laboral de sus empleados, con la meta de “buscar una solución al débil incremento de la productividad en el país durante los últimos años”, según lo afirmado por la Cartera de Industria en España.
Otros países que ya han adoptado el “4 days week” en Europa.
En el Reino Unido Durante este año se ha realizado a la reducción de la jornada laboral en aproximadamente 70 empresas manteniendo el total del salario pero con una reducción del 80% en la carga laboral y de horario. Al concluir el período de prueba de su implementación, el 78% de las empresas se han mostrado satisfechos y al 86% aseguraron que se mantendrían activos con el programa de la jornada laboral de 4 días.
Por otro lado, las pequeñas empresas que necesitan cubrir al menos 5 o 7 días de trabajo tuvieron más dificultades al adoptar la jornada laboral de 4 días, en donde el 5% de las empresas que adoptaron está medida se vieron en la obligación de abandonar el proyecto.
En Islandia, también se llevó a cabo la primera prueba de la implementación de este proyecto entre el año 2015 y 2019, en donde participaron unas 2.500 personas en una fase beta, con semanas de trabajo de 35 a 36 horas, reduciendo las 40 horas que se trabajaban comúnmente, y sin realizar ninguna reducción del salario. Hoy en día, debido al éxito de la propuesta, aproximadamente el 90% de la población activa en Islandia trabaja bajo está premisa, con horarios reducidos, sin que las empresas hayan visto mermada su productividad y sin presentar una caída en el consumo.
A pesar de esto, no todos los casos han sido de éxito, en Suecia por ejemplo, las autoridades también decidieron implementar una fase de prueba durante el año 2015 al 2017, con reducciones de hasta 10 horas de la jornada laboral habitual en cada semana. Aunque está medida fue recibida de forma positiva por los trabajadores que sintieron una gran satisfacción al ver sus horas de trabajo reducidas, el gobierno decidió desestimar la jornada laboral de 4 días, ya que representaba un aumento en los costos de producción al disminuir el tiempo y horarios de trabajo.