Si ajustas así tu calefacción, vas a ahorrar más dinero a final de mes gracias a este simple truco

A medida que llega el frío, aumenta la necesidad de tener una buena calefacción en el ambiente. Sin embargo, el consumo eléctrico de cada inmueble, así como el ajuste de la calefacción, es distinto, puesto que depende de muchos factores como la comunidad en la que esté ubicado, el aislamiento térmico, las horas en que se enciende en equipo, entre otros.

Lo que sí es inevitable, es que el recibo de energía se dispare al encender la calefacción. Lo bueno es que ajustando el termostato y haciendo un buen uso de los sistemas calefactores, se puede ahorrar entre un 10% hasta un 40% de energía, lo que se traduce en un gran beneficio para la economía doméstica.

En cuántos grados se debe ajustar la calefacción para ahorrar

Para ahorrar dinero en calefacción, lo primero que debes saber es que por cada grado que le subes al termostato, tu consumo aumenta un 7% aproximadamente. Por eso, es esencial que tengas la calefacción ajustada a la temperatura correcta para crear una buena sensación térmica y que, a la vez, el aparato trabaje con mayor eficiencia.

Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), una temperatura de entre los 19 °C a los 21° C es ideal para casi todos los ambientes. Obviamente, si hay bebés, mascotas o ancianos en el hogar, se puede ajustar el termostato a unos 22 °C para evitar inconvenientes de salud.

Además, no hace falta dejar la calefacción encendida durante toda la noche, ni cuando estés fuera de casa, puesto que es una pérdida de energía innecesaria. Por lo tanto, es mejor encender la calefacción solo cuando la vayas a utilizar o instalar un termostato programable que se encargue de encender o apagar el equipo cuando según tus requerimientos.

Otras medidas para ahorrar más en calefacción

Aparte de ajustar la temperatura de la calefacción al nivel adecuado, existen otras estrategias que te permitirán ahorrar más dinero durante este invierno.

1. Usa ropa abrigada que sea especial para el invierno, ya que así consigues mantener el calor corporal estable y no te verás en la necesidad de tener que aumentar la calefacción para calentarte.
2. Utiliza unas mantas apropiadas para dormir y que te cobijen lo suficiente. De esta manera, podrás ajustar la calefacción a unos 15 °C o 18° C en las noches.
3. Deja la calefacción en la noche encendida solo unas tres horas y la enciendes nuevamente una hora antes de despertar. Para eso puedes utilizar un temporizador.
4. Ponle personas o cortinas a tus ventanas para evitar que el calor se cuele al exterior.
5. Revisa que o existan grietas por las que se pierda el calor de la calefacción e instala válvulas termostáticas en los radiadores para evitar el uso indiscriminado de la energía.
6. Cuando salga el sol, abre las cortinas por unos minutos y deja que entre un poco la luz solar. Eso sí, recuerda cubrir otra vez las ventanas para evitar que el ambiente interior se enfríe demasiado.
7. Cierra las puertas de las habitaciones que no uses con frecuencia para evitar la pérdida de calor. Además, al cerrar las puertas de las habitaciones vacías, el aparato calefactor solo se concentrará en bombear calor hacia donde sea necesario.

Con estos simples consejos, vas a poder calentarte durante el invierno y ahorrar un poco en la factura de energía.