La escala en los precios de la energía no da tregua a las familias españolas. Y ahora que el frío ya llegó, el uso de la calefacción va a disparar aún más los costes en el recibo de la luz.
Sin embargo, para los vecinos que utilizan calefacción central con gasóleo o carbón, el problema se considera doble, puesto que son combustibles más costosos y que contaminan el medio ambiente.
Calefacción central con gasóleo y carbón: las estadísticas actuales
Según los datos suministrados por algunos administradores de fincas y por asociaciones en defensa del medio ambiente, en España existen casi 10.000 sistemas de calefacción central, cuyo combustible es gasóleo o gasoil.
A esto se le suma que también se contabilizan en el país otros 150 sistemas de calefacción central que solo funcionan con carbón. Se trata de calderas que producen una fuerte emisión de ceniza y partículas contaminantes que alteran el aire y la atmósfera.
Mientras que estos inmuebles mantienen los sistemas de calefacción menos eficientes, cada vez es mayor la cantidad de familias que se suman al uso de calefacción con biomasa o combustibles biodegradables.
Dentro de estas propuestas ecológicas, las más demandadas son el pellet, leña, briquetas, hueso de aceituna, entre otros. En todo caso, son combustibles baratos y más limpios que brindan una buena sensación térmica y, a la vez, cuidan el equilibrio ambiental.
Los expertos en fuentes de energía renovables, ya han advertido que la calefacción central con carbón es capaz de lanzar a la atmósfera una media de 1577 mg de partículas contaminantes.
Por su parte, las calderas con gasóleo generan al menos 340 mg de micropartículas que se quedan flotando en el ambiente y que entran directo en las vías respiratorias.
La normativa energética vigente advierte que ya no se podrán instalar las calderas de gasóleo ni de carbón
Aunque todavía quedan calefacciones centrales que no son eficientes desde el punto de vista energético, la normativa aprobada por el Gobierno es clara al enfatizar que ya no se permitirán nuevas instalaciones de calefacciones centrales que funcionen con gasóleo o carbón.
Además, las que ya estén instaladas, deberán someterse a adecuaciones para instalar los contadores individuales. De esa manera, se pretende ayudar a las familias a que enfrenten las duras tarifas de luz que supone el uso de la calefacción central en los edificios comunitarios.
También, se espera que se concreten los objetivos propuestos en el plan de transición enérgica para que el país dependa cada vez menos de los combustibles fósiles que son tan costosos de producir y tan dañinos para el planeta.
La eliminación de las calderas de carbón y gasóleo permitirá reducir los niveles de contaminación y mejorar la calidad del aire
Como hemos visto, el uso de carbón y gasóleo en las calderas es una fuente importante de contaminación atmosférica. Si sigue utilizando este método obsoleto y se convierte a fuentes de energía más limpias, como el gas natural, puede contribuir a aliviar el estado actual de la contaminación atmosférica mundial y mejorar la salud de su comunidad.
- Las emisiones contaminantes pueden causar graves daños a la salud humana. La exposición a los contaminantes puede provocar enfermedades respiratorias como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. También puede provocar cáncer o dañar órganos como los riñones, el corazón, los pulmones y el cerebro.
- La contaminación del aire es un problema global que afecta a todos los países del mundo, independientemente de su nivel de desarrollo o situación económica. De hecho, 1 de cada 3 muertes en el mundo se debe a enfermedades causadas por la mala calidad del aire.
Las alternativas más eficientes para la calefacción
Ante la subida en los precios del gas y de otros combustibles de origen fósil, las personas se decantan por sistemas calefactores más eficientes y menos contaminantes. Por ejemplo, el uso de pellet ha estado en aumento desde el inicio del otoño, a tal punto de que en algunas cadenas comercializadoras han comenzado a limitar su venta por persona.
La compra de leña también ha subido y hasta las briquetas que no tenían mucha popularidad se están consolidando como opciones para calentar los hogares durante este invierno.
Igualmente, el Gobierno, a través de los distintos Ayuntamientos, ha propiciado un plan de subvenciones y ayudas con la finalidad de facilitar la adquisición de una calefacción más barata y amigable.
En el pasado, hemos cubierto una serie de formas de calentar su casa con energía renovable. Esto incluye desde la calefacción eléctrica hasta la calefacción solar térmica.
El método alternativo más popular para proporcionar calor sigue siendo la electricidad, que incluye:
- Calefacción eléctrica (por ejemplo, radiadores)
- Bombas de calor: utilizan la electricidad para calentar el agua que luego circula por la casa para proporcionar calor.
- Bombas de calor de fuente de aire: también utilizan la electricidad, pero esta vez para mover el aire dentro de la vivienda, no sólo para calentarla, sino también para enfriarla.
- Calefacción solar térmica: puede utilizarse para calentar directamente el agua o proporcionar agua caliente para los radiadores. También es posible utilizar paneles solares térmicos junto con un sistema de bomba de calor para satisfacer todas las necesidades de calor y agua caliente de la vivienda.
- Calderas de biomasa: queman pellets o astillas de madera para proporcionar calor. Son similares a las calderas de carbón normales, pero utilizan una fuente de combustible diferente.
- Bombas de calor geotérmicas: utilizan la temperatura de la tierra como fuente de energía para la calefacción y la refrigeración.
Las calderas son un problema inminente, pero hay un camino a seguir
- Es fundamental renovar la caldera, y no sólo la caldera en sí. Los beneficios del aislamiento no sólo repercuten en la eficiencia de su hogar. Le mantiene más caliente en invierno y más fresco en verano, lo que significa que puede utilizar menos energía durante todo el año.
- Si no te preocupa el medio ambiente o el ahorro de costes de calefacción, ¿por qué no hablamos de lo bien que sienta estar bien calentito cuando hace mucho frío fuera? ¿O de lo bien que sienta bajar el termostato cuando todo el mundo se queja de que hace calor?
- Incluso si el aislamiento es un poco caro por adelantado (y lo será), hay muchos incentivos gubernamentales disponibles que animan a la gente a hacer estos cambios de forma gratuita o a un coste reducido.