Llegó el invierno, y junto con él la preocupación de las familias españolas por el alza excesiva en la factura de la luz cuando toque encender la calefacción, puesto que ya la tarifa de energía venía subiendo desde que inició el conflicto entre Rusia y Ucrania.
En este sentido, conocer cuál es el sistema de calefacción más eficiente, puede ser la diferencia entre desangrar la economía familiar o mantener a raya la factura de luz. Por eso, los expertos recomiendan los sistemas de calefacción más baratos y funcionales, de acuerdo a la zona y al tipo de inmueble.
¿Es mejor cerrar la llave de gas para poner una calefacción eléctrica?
La respuesta es directamente que no. Ya que una calefacción eléctrica tiene un consumo de luz muy alto, aunque el equipo esté clasificado con una clase de energía A, A+ o A++.
Los expertos de la OCU declararon que, en promedio, los calefactores eléctricos convencionales consumen unos 0,60 euros por cada hora. Esto es una gran diferencia si se toma como referencia que la calefacción de gas tiene un coste de 0,35 céntimos, lo que representa casi menos de la mitad que lo consume la eléctrica.
Claro está que estas comparaciones son con base en la tarifa regula de gas o TUR, la cual pueden contratar los usuarios a las distintas empresas que comercializan energía en España.
La condición para acceder a este tipo de tarifa regulada es que los hogares tengan un consumo anual menor a 50.000 kilovatios. Por lo tanto, cada familia debe analizar su propia realidad de consumo.
Más detalles sobre la tarifa regulada (TUR)
El Gobierno estableció la Tarifa de Último Recurso o simplemente TUR, lo cual es un plan regulado que se divide en tres opciones:
- TUR: para quienes consumen menos de 5.000 kilovatios hora por año.
- TUR 2: para los que consumen entre 5.000 y 15.000 KW por año.
- TUR 3: para los usuarios que tienen una demanda de hasta 50.000 KW por año.
Estos planes se ajustan cada tres meses, de acuerdo al análisis de los funcionarios gubernamentales. Además, las distintas comercializadoras de energía los ofrecen, una vez que hagan un análisis de la facturación y de los datos generales del domicilio que lo solicite.
Cuando la comercializadora aprueba el cambio, este se hace efectivo entre unas dos y tres semanas.
¿Cuánto es la diferencia entre encender una calefacción eléctrica a una de gas?
Con cálculos simples, se deduce que la diferencia entre ambos consumos es de al menos unos 60 euros al mes. Por ejemplo, si se enciende la calefacción eléctrica unas 7 a 8 horas por día, el consumo será alrededor de 144 euros, pero la calefacción de gas consume unos 85 euros.
Obviamente, son datos aproximados, puesto que cada situación es distinta y este rango puede tener ciertas variaciones. Lo que sí es un hecho, es que la OCU es muy enfática en afirmar que entre la calefacción eléctrica y la de gas, esta última es la más barata.
Ahora bien, una de las grandes desventajas de la calefacción a gas es que, a diferencia de la eléctrica, necesita de instalaciones más especializadas y costosas para empezar a funcionar.
Muchos hogares españoles aún utilizan sistemas de calefacción ineficientes
Dos datos importantes que reveló la OCU es que entre el 42% y el 43% de la factura de energía es por la calefacción o el aire acondicionado. Además, los expertos dijeron que muchos sistemas de climatización que están en uso, son muy viejos y con baja eficiencia.
Esta característica va en contra del medio ambiente, puesto que consumen demasiada energía, y eso sin contar el duro golpe a la economía doméstica cada vez que llega el recibo de energía.
Dentro de las recomendaciones de la OCU está que, si se están haciendo reformas u obras en los inmuebles, la decisión más inteligente a largo plazo es instalar sistemas de climatización con aerotermia que es más amigable con el ambiente y más ahorrador.
Aunque al principio es más costoso tener una bomba de calor, el ahorro mensual será muy evidente, lo que se traduce en la recuperación de casi el 100% de la inversión. Se trata de una tecnología que está en pleno auge y que cada día va ganando más y más demanda entre la población.
Antes de decidirte por cualquier tipo de calefacción, hay que comparar costes
En función del consumo familiar o del negocio, es esencial evaluar el coste promedio mensual para poder decantarse entre uno u otro sistema calefactor.
Por ejemplo, hay que evaluar el número de habitantes que se beneficiarán, los metros cuadrados que se van a calefactar y hasta zona geográfica en la que se encuentra la construcción.
Luego, hay que analizar el tipo de combustible que usa, su consumo, potencia, entre otros factores. En España, las calefacciones más populares son las de gas natural, seguidas por los radiadores eléctricos.
Sin embargo, frente a la dura crisis energética, la calefacción de aerotermia y biomasa se perfilan como una alternativa para ahorrar. Además, se trata de sistemas más eficientes y eco amigables.
Por su parte, las calderas de gasóleo son una de las más contaminantes y costosas. De hecho, están en proceso de desaparición por su ineficiencia y desventajas.
Por último, independientemente de la calefacción que escojas, debes procurar tener un buen aislamiento en el inmueble para mejorar el funcionamiento y la eficiencia de cualquier equipo.